Barcelona – Con los brazos abiertos

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Por Pablo Tosco Colaborador de Tiempo de Jujuy en Barcelona

Las crisis sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19 está dejando en España, uno de los epicentros del continente europeo, cifras escalofriantes más de 200 mil contagios, más de 23 mil personas fallecidas y casi 100 mil supervivientes.

El colapso sanitario ha dejado en evidencia años de políticas de recortes en servicios sociales básicos, donde la sanidad ha sido mutilada y donde la privatización ha sido la prótesis a la que solo las personas privilegiadas pueden acceder.

Hospitales y residencias de ancianos son los escenarios donde se ha cebado el coronavirus, las personas más vulnerables, ancianos y ancianas junto a otro colectivo de personas olvidadas, los profesionales de la salud, de los cuidados y de la higiene han quedado expuestos sin recursos. Salarios a la baja, altas tasas de temporalidad contractual y escasa inversión en equipamiento e infraestructura.

Esteban, Natalia y Aldana, son tres de los 18 voluntarios argentinos residentes en Catalunya que se sumaron voluntariamente al proyecto de Open Arms para dar apoyo logístico y emocional a las víctimas, supervivientes, sanitarios, investigadores y médicos.

Open Arms es una oenegé catalana que desde el 2015 trabaja en el rescate de personas migrantes en el Mar Egeo y Mediterráneo. Sin embargo, estos días sus rescatistas voluntarios no pilotan lanchas sino vehículos que los trasladan a hospitales y geriátricos de Catalunya. Sus voluntarios —alrededor de 70— realizan test y distribuyen un tratamiento piloto (paliativo), además de desplegar toda la logística necesaria para concretar traslados de personas usuarias de residencias hacia lugares más seguros.

Esteban junto a Ana recorren las residencias de personas mayores realizando pruebas de detección de coronavirus. En las últimas semanas junto a otra docena de voluntarios han visitado 300 geriátricos y realizado más de 10.000 test. La iniciativa es parte de un ensayo clínico dirigido por los médicos Oriol Mitja y Bonaventura Clotet, de la Fundación Lluita contra el SIDA y el Hospital Germans Trias, centrados en reducir la transmisión del virus.

Òscar Camps director de Open Arms ha explicado que los miembros de la ONG son «los trabajadores de campo y los brazos de los científicos» de este ensayo.

Natalia y Dani dan apoyo a las ambulancias en el traslado de personas mayores entre hospitales y geriátricos.

Los traslados forman parte de la estrategia de la Generalitat de Catalunya para reducir el impacto devastador que está teniendo el coronavirus en los geriátricos, en función de los contagios para aligerar las cargas de los colapsados sistemas de cuidados y aislar a los casos positivos.

Enfundados en sus Equipo de Protección Individual (EPIs) se afanan en humanizar este momento donde ningún rostro es visible, sin sonrisas, sin besos y sin abrazos los trasladan desde unos centros donde las muertes se cuentan con dos dígitos y en los que muchos ancianos llevan aislados más de cuarenta días en sus habitaciones sin salir.

En Cataluña se han notificado 3.044 muertos con coronavirus o síntomas compatibles en residencias desde el inicio del brote.

Esta cifra representa un 57,74% del total de fallecidos en la comunidad autónoma.

En la región catalana, hay un total de 64.093 personas mayores que viven en alguna de las 1.073 residencias de esta comunidad, ya sea pública o privada.

Calculan que en las últimas dos semanas han participado en más de 150 evacuaciones.

Este es el resultado de días acompañando a estas personas voluntarias que tras haber perdido su trabajo por la crisis económica provocada por la pandemia han decidido no quedarse en casa y actuar, acompañar, contener y ayudar.